jueves, 31 de marzo de 2011

Testimonio de Nieves Yaqueline Pacheco Báez - Cusco - Perú

Dios Y Meishu Sama

Mi nombre es Nieves Yaqueline Pacheco Báez, tengo 35 años y soy frecuentadora del Arte Mundial de Johrei en la ciudad de Cuzco, Perú!

Desde que tuve 19 años sufría de dolores de cabeza, mareos y una que otra vez me desmayaba, esto ya era cosa de casi todos los días, pero desde los últimos cuatro años que estos dolores se incrementaron cada vez mas y mas, tanto así que viaje a Lima para hacerme estudios y exámenes como tomografías, pensando que tenía algo dentro del cerebro, ya que el dolor era cada vez mas fuerte, me venía con mareos, vómitos, y el dolor en la vista era tan agudo, estos dolores de cabezas hicieron que mi carácter para conmigo y mi familia cambiara, me desfogaba en mis bebes, ellos tan inocentes escuchaban las palabras toscas que salían de mi boca por dicho dolor.

Había veces que sentía que mi cabeza está en otro ser, actuaba como una demente, al ver todo esto mi esposo me llevo a una neuróloga y con todos los exámenes determino que era una migraña crónica, me dio unas pastillas de nombre Valcote, en la posología decía para epiléptico, lo cual me hacía dudar de lo realmente tenia, me indicaron tomar tres veces al día es decir 1500mg de valcote, dicha pastilla me mantenía somnolienta todo el día, tanto así que muchas veces me quede dormida con la cuchara de la sopa en la boca, saliendo a trabajar me quedaba dormida en los combis, y me iba hasta el final del combi. Cuando iba a recoger a mi bebe del jardín me dormía en el taxi al regreso a la casa y mi hijo me tenía que despertar para que pague por que habíamos llegado a casa, el con solo 4 años. Tome esta pastilla durante un año y medio, llegue a pesar 82 kilos, y para mi ya no era vida, todo el día somnolienta, con ese peso no podía caminar, si caminaba más de dos horas mis pies explotaban, me agitaba, pero me quedaba callada por que en mi casa todos me conocen de enferma y eso me molestaba mucho, así que muchas veces me callaba por que escuchar esos comentarios sarcásticos de mi familia me molestaba y me hacía daño.

Pero al ver tanta molestia física y psicología que sentía por dicha pastillas, un día decidí ya no tomarla, en menos de un par de meses baje de peso, pero los dolores empezaron de vuelta, y cada vez eran más fuertes y más seguidos, mi esposo, compresivo, amoroso, cada vez que me venia dichos dolores, me llevaba a ESSALUD y ahí me inyectaban tres ampollas intravenosas, las cuales me asían dormir, y al día siguiente tenía que estar todo el día somnolienta, adormecida pero esta vez los inyectables me hacían ese efecto solo un día.

Este ultimo año cada mes eran mis visitas a ESSALUD una a dos veces, las últimas veces los inyectables ya no causaban sueño y el dolor seguía, para que mi esposo y mis bebes no se preocupen decía que ya me está pasando y procuraba dormir, así que empecé a tomar pastillas para dormir entre tres a cuatro pastillas para dormir y así no sentir ese dolor de cabeza que volvía cada vez con vómitos, mareos, estomago suelto, escalofríos y el dolor de vista era más intenso.

Un día mi prima, Gabriela mejor dicho mi hermana, comento algo muy vago acerca del JOHREI, la primera vez no escuche bien el nombre pero me llamo la curiosidad el tomo de voz que puso al referirse de ese tema, tranquila, con cariño, que conociéndola me intrigo, una noche me dijo que estaba yendo a una reunión del Arte de Johrei en Cusco, y me invito, no sé qué paso hasta ahora no me explico pero algo dentro de mi sentía la necesidad de estar en esa reunión.

Llegamos a una casa me hicieron quitar los zapatos y dentro de mi dije que lindo una reunión sin zapatos, y me sentí libre, porque no se, entre a la sala de la reunión, sentí una energía y me gusto, pero seguía sin entender de qué y para que era la reunión, escuche lo que el Ministro Paulo Marback hablaba, me interese al ver que hablaban de un tema que siempre lo había vivido en mi niñez ayudar y querer a tu próximo, hablo tanto del altruismo que me hizo recordar mis días de catequesis, mis días cuando me preparaba para ser monja, pero en mi decía: esto es una religión?, que es? me preguntaba pero seguía, porque no sé.

Ese día empezaron hacer el JOHREI nunca en mi vida había visto eso, y como éramos tantos yo tuve que esperar, al ver al primer grupo que estaba realizando JOHREI, vi como los adornos de palomitas y mariposas, se movían giraban y giraban, dije dentro de mí que me estoy imaginando, poco a poco cuando pasaba el tiempo, sentía una energía muy fuerte a mi alrededor, que me dio un poco de miedo, al poco rato un joven llamado Juan Pablo Noriega me invitaba a sentarme frente a el, no me dijo nada solo agradeció, cerré mis ojos y comencé a rezar el PADRE NUESTRO, a medida que rezaba sentía que mi corazón era muy grande y que no me cabía en mi pequeño cuerpo, respire y respire pensando que me estaba sugestionado, y rezaba cada vez mas y mas con mas fe y amor, de un momento a otro me vino el dolor en la vista, fue tan rápido, tan intenso que quise salir de ahí pero no podía, el dolor se incrementó tanto que comencé a llorar de un momento a otro, mis lagrimas me quemaban mi rostro, mis ojos reventaban y mi corazón necesitaba otro cuerpo, una parte mía decía que salga y otro me detenía, pero dentro mío sentí la necesidad de pedir a DIOS que entre en este corazón que lo necesitaba mucho y que lo amaba, mis lagrimas cambiaron ya no me ardían, pero mis manos empezaron calentarse, de pronto escuche una vez que daba la gracias a Dios y Meishu Sama, al escuchar eso abrí mis ojos vi a Juan Pablo con un brillo en todo su ser y lo único que opte fue por abrasarlo y al momento de hacerlo sentí un amor tan grande, distinto, limpio, no lo conocía pero gracias a él estuve tan cerca de Dios y solo deseaba llorar, abrace a Carmen y me puse a llorar, llorar porque no se.

Me fui a mi casa, al que estar acostada, empecé a sentir un fuerte dolor en mi cuello, luego el dolor bajo a la boca del estomago, y un dolor agudo sentí en la cicatriz de la operación del apéndice, al momento de palparlo se me hizo como un tumor, me asuste, en demasía, pero recordaba las palabras del Ministro Paulo Marback que si me sentía mal tomara agua y nada más, tome agua y agua, con ese malestar tan agudo, me quede dormida entre escalofríos y fiebre. Desperté sin ningún malestar, con ganas de cantar y agradecer por ese día tan bello a Dios.

Hasta ahora he recibido más de 20 veces el JOHREI, tuve un solo dolor muy leve, amanezco feliz y tranquila y duermo con más facilidad, mi corazón cada vez lo siento más lleno de Dios, siento que Dios, Meishu Sama, Jesús, la Virgen y los Ángeles están conmigo en mi hogar.

Siento la necesidad de decir a todos amo a DIOS.

Agradezco a Dios y a Meishu Sama por ese maravilloso milagro en mi vida!