sábado, 7 de enero de 2012

Testimonio de Paz Lópes - Puerto Montt - Chile



Dios Supremo y Meishu Sama!

Me llamo Paz López y soy servidora del Arte Mundial de Johrei en la ciudad de Puerto Montt, Chile!

Debido a los problemas con los que nació mi bebé, pasamos mucho tiempo en el hospital, es así que conocí muchas historias, muchos pequeños con problemas de salud, algunos, por suerte sólo estaban unos días mientras que otros, como mi bebé ó el caso del que quiero contarles, estaban hospitalizados por meses tratando de mejorar.

Y entre tanta ida y venida entre pediatría y casa fue que escuché sobre un bebé en especial, a principios de este año, en febrero mi bebé se hospitalizaba por 7ma vez y entre tanto comentario de las trabajadoras fue que escuché sobre él, ellas le lavaban la ropa y le compraban los pañales –era triste, pero no tan extraño escuchar sobre estos casos de abandono en el hospital- escuchar con todo el cariño a las paramédicos y enfermeras hablar de él hicieron que me dé mas ganas de conocerle, lamentablemente no pude hacerlo esa vez, a mi pequeño le dieron el alta y nos fuimos a casa.

Poco después mi bebé cayó enfermo nuevamente y volvimos y pude conocer un poco mas del pequeño, le decían Juanito, sus padres viven muy lejos y no pueden visitarle tan seguido como quisieran, también tenia problemas de alimentación y peso; ya había escuchado tantos casos con una apariencia similar que no le di mucha importancia. Finalmente y sin quererlo conocí a este pequeño, mi bebé hospitalizado por 9na vez compartía sala con un pequeño, parecía ser un recién nacido, pero sus padres no le visitaban y era atendido únicamente por las trabajadoras del lugar; me llamó mucha la atención ya que era muy tranquilo, se alimentaba poco, por lo general estaba conectado a un suero, sus ojos eran grandes y siempre tranquilo, con su chupete en la boca; estaba rodeados de muchos juguetes, bolsas de ropa y muchos paquetes de pañales, y él siempre tranquilo, un día cuando las enfermeras hacían su cambio de turno, escuché su nombre, Juhan Vásquez, ¡El era Juanito!, ese pequeño y delicado bebé era el tan mencionado Juanito, no podía creerlo, medía al menos 45 cms y pesaba al menos 3 kilos, pero él tenia 6 meses, había estado en la UCI Pediátrica al menos 4 veces, se la pasaba con suero y un poco de leche castaña que tomaba por una sonda nasal, para su edad no hacia nada, no sujetaba su cuello y menos sentarse, el solo miraba las cosas, en silencio porque tampoco se le escuchaba su llanto.

Sentí que debía ayudarle de alguna forma, estábamos en Junio cuando pregunté en la sede como podría ayudar a este pequeño, ya que a sus padres no les veía desde un día en mayo, ¿A quién debía pedirle permiso? Una de las guías de la casa Johrei me explicó que podía pedírselo a quien le cuidara en el hospital, la persona que estuviera a cargo de él. Por esos días, a fines de Junio se corría el rumor de que el pequeño sería entregado a una cuidadora ya que había una demanda en contra de sus padres por negligencia.

Poco después me enteré de cuales eran los problemas del pequeño, Juanito tenia problemas renales, tanto así que su cuerpo se le hinchaba en ocasiones, intolerante a la lactosa y la leche de soya, en ocasiones padece amnea del sueño y un problema genético heredado de su padre que le provoca retraso en su crecimiento y caída de las uñas entre otros.

Finalmente pude contactar con la persona que le cuidaba, la Señora Patty es una de las auxiliares paramédico encargada de medir las dosificaciones de los medicamentos administrados a los hospitalizados en pediatría; al inicio fue algo renuente pero finalmente me hice entender dejándole en claro mi profunda creencia en Dios, creencia que por supuesto como católica que es, comparte conmigo. El primer día que le administré Johrei a juhan correctamente –y es que antes lo había hecho sin el permiso correspondiente- Juhan estaba nuevamente en la UCI de pediatría, había tenido una baja de oxigeno y no respiraba correctamente.

Debo decir que administrarle Johrei en ese lugar y con esa libertad fue una nueva experiencia, ya había escuchado antes que administrar Johrei a otras personas podía ser una experiencia agotadora y que a veces se podía sentir como te absorbían la energía directo de la palma pero yo no lo había sentido hasta que estuve con Juanito, al día siguiente y por increíble que parezca el pequeño ya estaba en sala junto a mi bebé, estaba tan feliz y maravillada con el resultado de esa pequeña sesión que le saque una foto para poder administrarle Johrei en casa.

Pero una semana más tarde fuimos separados de sala ya que el pequeño se había contagiado ADNovirus –altamente contagioso y muy peligroso- y debían aislarlo, poco después nos dieron nuevamente el alta y nos fuimos a casa y así fue como pasamos julio, ya no pude verle mas, pero seguía administrándole Johrei a través de la imagen en mi celular, con la esperanza de que mejorase –esto lo complementaba con mis oraciones diarias, por eso cuando a mediados de septiembre hacía unos tramites en el hospital y me encontré con una de las cuidadoras de pediatría no pude aguantar las ganas de preguntarle sobre el pequeño, la respuesta me dejo con una gratitud y felicidad inmensa en mi corazón, el pequeño juanito con poco mas de 9 meses pesaba cerca de 9 kilos, un logro considerable si se le piensa que solo se alimentaba con leche y suero, se sienta solo, tomas las cosas e incluso dice “mamá”; aunque sus avances son lentos, siguen siendo avances y lo está logrando; también me fui a encontrar con la sorpresa de que ese seria su ultimo día, ya que la que seria su cuidadora hasta que termine el juicio estaba terminando los papeles del alta, juhan Vásquez se iría ese mismo día a casa, luego de pasar 7 meses en la estación de pediatría del hospital.

Agradezco el maravilloso permiso de servir en la Sagrada Obra Divina de Salvación de la humanidad

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